El seis de junio de 2006
Estoy en admisión de la Maternidad -qué obsesión tengo con ese lugar, no puede ser que ni en sueños me los quite de la cabeza-; la paciente sentada en el borde de la camilla, mire señora, en el borde, deje su ropa en la cabecera, ¿oyó? respóndale al doctor, y el dinamap y todo el repetitivo ritual. Quizás estoy solo, no recuerdo más que las baldosas azules, el letrero de las historias clínicas en el fondo y la lámpara estorbando a mis pies. Huele a hospital.
La señora es negra, grande, las piernas grandotas, la barriga grandota, ese ombligo que protruye y que tiene un color más oscuro, que parece una cicatriz; el asunto es que estoy palpando, y palpo como si el abdomen fuese muy delgado, no concuerda con la imagen, y ahí está, el feto, acostado, boca arriba, con sus miembros flexionados y juraría que toco sus manos, sus pies, su cara.
Levanto la cara sobre su abdomen gestante y le digo tu bebé está muy bien, lo toco completico.
Es aquí cuando se interrumpe mi sueño, cuando ya no recuerdo más nada que su cara y su voz, cuando dice con una expresión rozagante, así es, él será mi pequeño tulipán negro, como si ya se lo hubiese dicho todo el mundo, feliz y satisfecha.
Me despierto en un catre de la residencia de estudiantes, sudado, picado por muchos zancudos. Carajo. ¿Qué coño es un tulipán negro?
La señora es negra, grande, las piernas grandotas, la barriga grandota, ese ombligo que protruye y que tiene un color más oscuro, que parece una cicatriz; el asunto es que estoy palpando, y palpo como si el abdomen fuese muy delgado, no concuerda con la imagen, y ahí está, el feto, acostado, boca arriba, con sus miembros flexionados y juraría que toco sus manos, sus pies, su cara.
Levanto la cara sobre su abdomen gestante y le digo tu bebé está muy bien, lo toco completico.
Es aquí cuando se interrumpe mi sueño, cuando ya no recuerdo más nada que su cara y su voz, cuando dice con una expresión rozagante, así es, él será mi pequeño tulipán negro, como si ya se lo hubiese dicho todo el mundo, feliz y satisfecha.
Me despierto en un catre de la residencia de estudiantes, sudado, picado por muchos zancudos. Carajo. ¿Qué coño es un tulipán negro?